miércoles, 30 de diciembre de 2009

Los desconocidos de siempre: Ojoto, Champú, Perotti, Piropo y el jefe de la banda, el peligrosísimo Ricardo Aníbal Longo.





miércoles, 23 de diciembre de 2009

El otro día, a propósito de un evento sin mayor importancia que es mejor que no cuente, Ezpeleta me mandó un mensaje de texto. Tres palabras, pero fue como si hubiera recibido un latigazo estando desnudo en un freezer extra large en cuya puerta alguien escribió "MIEDO" con un fibrón indeleble violeta fluo. El mensaje se refería a ese evento en particular -no, créanme, realmente no quieren que les cuente- y por tanto no tenía mayor importancia. Pero el miedo era por algo más general, es decir por TODAS las cosas que a medida que pase el tiempo implicarán esas tres palabras.

El mensaje decía "nuestra bebé creció".

lunes, 14 de diciembre de 2009

Yo sé que para ella no es más que una sílaba de las últimas que aprendió. Que repetirlas consecutivamente es sólo un juego. Que por ahora está lejos de tener sentido alguno. Yo sé todo eso, no hace falta que nadie me lo recuerde. Pero igual me emociono de una manera desconocida e indescriptible cada vez que me mira y dice papá.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Sí, Limeta, te cambian la vida. Quieras o no. Y cuánto te la cambian depende -como otras cosas- de cuánto permitas que te la cambien. Yo no soy nadie para juzgar cuánto está bien, sólo puedo decir cuánto me lo intento permitir: todo. El tiempo dirá. De una u otra manera el tiempo va a pasar.

mi respuesta al comentario 11 del post anterior.

lunes, 23 de noviembre de 2009


Y bueno, nada, eso.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Hace unos días leía un relato de Ian McEwan que se llama Solid Geometry. A medida que avanzaba había algo que me resultaba cada vez más familiar. Hasta que llegué a cierto pasaje y lo recordé: The No-sided Professor de Martin Gardner, el descubrimiento de algo misterioso que se llamaba topología, mis preguntas en el recreo a una profesora de matemática que suponía que le estaba tomando el pelo, el edificio del Dorrego, la Mellow String Les Paul, las Toco y Canto... mi adolescencia temprana, en fin. Toda de golpe. Parece que cualquier cosa puede llegar a abrirte alguna puerta de la memoria.

martes, 10 de noviembre de 2009

Es inevitable pensar en Lost al leer El señor de las moscas*. Un grupo de personas que sobrevive a un accidente aéreo en una isla desierta y perdida, con remotas posibilidades de ser rescatado. No son ésas las únicas similitudes -hasta hay monstruos, imaginarios y reales- pero en realidad El señor de las moscas es lo que Lost debió haber sido y nunca fue: suciedad, caos y crueldad fuera de toda intención estética, incomprensibles pero terriblemente familiares. Nada de escotillas, humitos negros, Dharma Initiative o cualquier otro deus ex machina (o sí, pero en verdad no). Ningún Los Otros (o sí, pero en verdad no). Sólo la humanidad en su versión más pura y despiadada. El señor de las moscas parece una nota al pie de aquel párrafo del capítulo 13 del Leviatán. Homo homini lupus, aunque lo peor, lo más jodidamente perturbador del asunto, es que los hombres en cuestión sean en realidad niños.

* El señor de las moscas, W. Golding.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sí, lo admito: me gusta mirar Pocoyo por Youtube. Pero lo que más me gusta de mirar Pocoyo por Youtube es hacerlo con Catalina.

Pato la rompe.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Cinco meses.

jueves, 1 de octubre de 2009

Cuatro meses.

lunes, 14 de septiembre de 2009


i give her all my love
that's all i do
and if you saw my love
you'd love her too
and i love her

she gives me everything
and tenderly
the kiss my lover brings
she brings to me
and i love her

a love like ours
could never die
as long as i
have you near me

bright are the stars that shine
dark is the sky
i know this love of mine
will never die
and i love her

And I love her, The Beatles, A Hard Day's Night, 1964.

martes, 1 de septiembre de 2009

Tres meses.


Supongo que en algún momento voy a volver al bloguerismo habitual pero ocurre que por ahora todo pasa por ella.

lunes, 10 de agosto de 2009


Sí, estoy monotemático.

sábado, 1 de agosto de 2009

Dos meses.


¿Se entiende de qué hablo?

miércoles, 29 de julio de 2009

Y la frase de estos tiempos podría ser "ahora entiendo". Más precisamente, ahora entiendo algunas cosas acerca de cómo actúan los padres ("algunas", no "todas"). No es que me lo haya propuesto, ni siquiera lo noté mientras ocurría. Simplemente, pensando en esto tiempo después, me doy cuenta de que ahora entiendo.

Por ejemplo algo de lo que sentí cuando estuvimos en la sala de neonatología, donde no pude contener las lágrimas. O una de las tantas cosas que me pasan cuando me sonríe cada vez que me reconoce. Y así. Y es "sé que me arrojaría como un tigre asesino sobre cualquiera que siquiera considerara algo que pudiera hacerla sufrir; arrancaría sus ojos, comería sus vísceras y dejaría la carcasa a los gusanos carroñeros".

Es una metáfora.

jueves, 23 de julio de 2009

Mi barrio (XXII)

viernes, 17 de julio de 2009

Tenemos que ir al Sanatorio y paramos un taxi en la esquina de casa. Ni terminamos de sentarnos y el tachero pisa el acelerador y cruza la avenida en diagonal para doblar en la calle siguiente. Yo creo que nunca miró hacia atrás. Quien conozca el tránsito en San Juan sabrá que para cruzarla a lo ancho en una cuadra y sin mirar hay que estar medio loquibambi. O apurado, como últimamente parecen estar todos los taxistas. O urgido por sacarse de encima a una posible parturienta. Como fuera, no hago ningún comentario. Supongo que en su estado mi mujer no querrá escuchar nada por el estilo.

Apenas toma Independencia el tipo nos empieza a mirar. Y al doblar en Entre Ríos, con el tránsito más despejado, dice

-Molestia si come mandarrina? Tiene garrganta seca.

con un acento extranjero que no termino de identificar, pero como por el espejito lo veo medio cuadradote y rubión calculo que debe ser ruso o algo así, pariente o pareja de alguna de las tantas arregladoras de ropa de la ciudad.

-No, todo bien, dale nomás.

Y al instante me arrepiento. Ya lo veo hablando todo el viaje e infectando el universo con olor a mandarina. Pero no. El tipo saca la fruta de una bolsita de nylon blanca y la pela en silencio, sin que desprenda olor alguno. Debe ser una mandarina rusa.

Como sigue callado aprovecho para relojear el auto. Lo de siempre salvo la estampita de un santo que no conozco -debe ser ruso- colgando del espejo retrovisor con una cinta roja, y una especie de busto de una virgen o santa o bruja, qué sé yo, arriba de la guantera. El coso ese tiene unos veinte centímetros de alto, la verdad es que es bastante grande y mete miedo. Debe ser una bruja rusa.

El ruso maneja rápido. Demasiado. Yo le explico que no hay ningún apuro pero nada, no sé siquiera si entendió. Maneja como si la vida de los trece mil doscientos cincuenta y ocho niños en edad escolar del remoto pueblo siberiano del que proviene -Petropávlovsk- dependiera de ello. Agarra el volante como si fuera a caer a las gélidas profundidades del lago Baikal si lo soltara. No sé, capaz que exagero un poco con las comparaciones pero lo que importa es que se entienda la idea.

Al pasar frente a la iglesia esa que está ahí en Callao justo antes de llegar a Tucumán, el ruso se persigna. Pero a lo loco, furioso, como si espantara la mosca que lo estuvo incordiando durante los últimos cinco años (y seguimos con las comparaciones). No alcanzamos a reponernos cuando dobla en Córdoba, pero apenas nos damos cuenta vuelve doblar en Pueyrredón, ahora que también es mano para allá. Por suerte hay poco tránsito.

A una cuadra del Sanatorio nos agarra un semáforo. El ruso frena a desgano y se queda regulando como si estuviera en la largada del GP de Montecarlo. Yo no sé cómo puede aguantar los eternos segundos desde que el rojo se convierte en amarillo y el amarillo en verde. Pero finalmente todo llega en la vida: el ruso acelera... e inmediatamente frena para no atropellar a una mujer con calzas rojas que cruza la calle corriendo con bastante poca convicción y una niña flameando en el extremo del brazo derecho. El ruso saca la cabeza por la ventanilla y le vomita la más atroz puteada rusa que haya escuchado en mi vida. Luego se vuelve a nosotros y con la cara congestionada nos dice algo en ruso que tal vez quiso ser amigable pero a mí me pareció una amenaza mafiosa. Se da vuelta nuevamente y toca con el pulgar la frente de la bruja repitiendo no sé qué letanía en ruso. Y así llegamos, y nos bajamos en un salto justo antes de que el ruso arranque con una convulsión epiléptica, en medio de una nube de fuego y azufre, escupiendo sobrecogedores gemidos y gritos en ruso.

martes, 7 de julio de 2009

Un día en el super.

Viene con bolsas de consorcio de regalo para el paseo.


Las colas son largas y la espera cansadora.


Como siempre, el problema no es la oferta sino la demanda.

miércoles, 1 de julio de 2009

Un mes de hermosismo...


... y de muchas cosas más, claro.

viernes, 29 de mayo de 2009

Apago la PC, cierro la oficina, bajo por el montacargas y al salir veo a mi derecha a uno de los tipos que están haciendo el nuevo cableado de red del edificio. Se parece a Daniel Hendler. Me acerco al portón y veo al otro tipo; se parece a Daniel Hendler. Saludo al de vigilancia, que se parece a Daniel Hendler, y al encargado de la tarde, que se parece a Daniel Hendler, chau, hasta mañana. Salgo a la calle, me pongo los anteojos oscuros y los auriculares, prendo el mp3 y escucho, no sé, of Montreal ponéle. Camino a la estación del subte me cruzo con varias personas que se parecen a Daniel Hendler, pero vamos todos tan rápido o en la nuestra que no hay contacto de ningún tipo. Llego a la estación y voy a la boletería porque se me acabó el subtepass, me atiende una mujer que se parece a Daniel Hendler, le pido un viaje, le doy la plata justa. Bajo caminando por la escalera mecánica aunque no se debe, y llego al andén donde hay hombres y mujeres de todas las edades que se parecen a Daniel Hendler. Aparece el subte y suben todos. Yo subo al final pero igual encuentro un lugar vacío y alejado. Nadie se me acerca, creo, porque sigo con los anteojos y los auriculares. Y mejor así, porque si no al que se me siente al lado tendría que decirle te acordás Daniel de esa vez en el restaurant ruso a la vuelta del Callejón que nos preguntaste si nosotros también teníamos? Te acordás de lo que te respondimos? Bueno, preguntá de nuevo.

miércoles, 27 de mayo de 2009


i wanna be a jazz guy
play the greatest american music
i wanna learn all the chords
solo till everyone in the room
is bored
i wanna be a jazz guy
play black music for white people
beyond belief
i can't wait for the end of my solo
sweet sweet relief
i wanna learn all the chords
solo till everyone in the room
is bored

Jazz Guy, The Presidents of the USA, Freaked out and small, 2000.

viernes, 22 de mayo de 2009

Amado dijo que en cinco días pintaría el departamento; vamos por la cuarta semana y aún no termina. No es un trabajo chico, pero tampoco es tan grande. La verdad es que Amado es lento. Trabaja bien -aunque podría ser más prolijo- pero es lento. Algo nos habían dicho cuando nos lo recomendaron. Igual lo contratamos.

Pero en los últimos días se puso insoportable. Comienza a las 8, y para las 4 hay dos tramos de zócalo con satinol, una mano de látex en un cielorraso, barniz en tres estantes de la alacena, y listo. Y así. Dice no sé qué sobre la humedad, las superficies, el material, blá. Porque otra cosa que hay que saber es que Amado habla demasiado. Cuando empieza no se sabe cuándo ni en qué va a terminar, así que uno opta por escaparse apenas encuentra un hueco.

De cualquier modo le dimos un ultimatum: esta semana es la última. Hará lo que pueda según el orden de prioridad que le pasamos -y que se resiste a seguir, pero ese es otro tema-y el resto más adelante, veremos cuándo. Se nota que algo aceleró, pero mal, como se ve en las manos de epoxi cargadas que le está dando a los azulejos de la cocina. Sin embargo en general sigue lento. Y yo quería saber por qué, así que se me ocurrió poner una especie de video baby-painter-call (sí, ya sé, muchas cosas para bebés últimamente). Instalé el programa y esta mañana lo puse a grabar. Acabo de ver la grabación.

Media hora después de dejarlo en casa, luego de preparar los materiales y herramientas, Amado pasa frente a la cámara con su uniforme: alpargatas, pantalón, remera y birrete íntegramente blancos. Poco después vuelve a pasar pero esta vez se queda, de costado a la cámara pero frente al espejo del living. Saca del bolsillo del pantalón un pedazo de tela blanca, inclina la cabeza, se pone la tela frente a los ojos, rodea la cabeza y la ata por detrás. Luego hace unas poses tipo tai chi y una especie de bailecito. Desaparece por un rato. Vuelve y otra vez tai chi y bailecito. Así unas nueve o diez veces a lo largo del día. Poco antes de las 4 guarda los materiales, limpia los pinceles y rodillos, se cambia y justo después de sentarse a esperarnos, pocos minutos antes de que lleguemos, se desanuda y saca la máscara, la hace un bollito y la guarda en el bolsillo de adelante de la chomba.

martes, 19 de mayo de 2009

Un camión de esos grandotes del Dakar viene por la ruta a mil por hora y hace un ruido tremendo. Unos chicos de seis años salen de un micro escolar parado al costado de la ruta, risas. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. Los chicos. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión. El camión que pasa frente al micro vacío que estuvimos mirando por cuarenta segundos después de que los chicos terminaron de bajar. En la puerta del micro un tipo de smoking dice And now for something completely different; otro completamente desnudo a excepción de una pajarita toca cuatro acordes en el órgano, gira la cabeza hacia la cámara y muestra una sonrisa a la que le falta un incisivo; un náufrago murmura It´s...; un locutor en off hace un anuncio solemne y luego, al fin, la "Liberty Bell March" de John Philip Sousa.

40

miércoles, 13 de mayo de 2009

Mi barrio (XXI)

sábado, 9 de mayo de 2009


sound of silver talk to me
makes you want to feel like a teenager
until you remember the feelings of
a real-life emotional teenager
then you think again

Sound of Silver, LCD Soundsystem, Sound of Silver, 2007.

martes, 5 de mayo de 2009

Yo sé lo que te digo. Yo sé que es fresco, espontáneo. Que tiene la inmediatez propia de publicidad de televisión, eso de dejar todo y salir corriendo así como estás y que no te importe nada. Incluso hay quienes le encuentran un costado romántico, no lo voy a andar negando. Pero vas a ver que finalmente no garpa: no te va a parar ningún taxi si cuando tu mujer te avisa que está por parir vos salís corriendo en calzoncillos. Aunque sean las tres de la tarde del más hermoso día de primavera que te puedas imaginar y estés en el Tiergarten de Berlin y los tilos hayan florecido.

jueves, 30 de abril de 2009

Todo el mundo sabe que a Borges le gustaban los Stones, que los conocía por María Kodama. Todos saben también que en la tarde del 15 de mayo de 1981, en el lobby del Hotel Palace de Madrid mientras esperábamos que nos pasaran a buscar para ir a cenar, de repente apareció Mick Jagger, se acercó a Borges, se arrodilló a su lado y le dijo:

- Maestro, yo lo admiro, leí toda su obra.
- ¿Quién es usted, señor? le preguntó Borges.
- Mick Jagger.
- Ah, uno de los Rolling Stones.
- ¿Cómo, Maestro, usted me conoce? dijo Jagger, a punto de desmayarse.
- Sí, por María Kodama.

Pero lo que pasó inmediatamente después sólo yo lo sé -bueno, yo y un tipo de Tacuarembó que andaba por ahí comprando unas ovejas para la granja que tenía cerca de Valle Edén. Sale el estupefacto Jagger, se va al baño María Kodama. Entonces Borges nos guiña un ojo, se levanta y empieza a bailar como imitando a Mick, i can´t get no! canta bajito y pone la boquita así, ¿ves?

lunes, 27 de abril de 2009

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jueves, 23 de abril de 2009

Dieciséis cuadras y siete horas de cola sólo para putearlo. Con cada minuto que pasa, con cada metro que avanza, el odio aumenta en forma directamente proporcional a las virtudes que le cuelgan los demás. Pero detenerse en los motivos de una y otra cosa sería perder el tiempo. Lo importante ahora es pulir cada detalle del plan. A las tres cuadras de la entrada ya tiene listo lo que va a decir. En la esquina del subte puede repetirlo sin pensar. Surge una duda justo antes de empezar a subir la rampa ¿reforzar tal adjetivo? Ya se ven las luces del salón: todo resuelto. Cuestión de segundos nomás.

Ahora lo tiene enfrente, envuelve el insulto en una lágrima -discreción por sobre todo- y lo hace viajar hacia el muerto a la velocidad del beso que impulsa con un movimiento seco del dedo índice de la mano derecha.

lunes, 20 de abril de 2009

Mi barrio (XX)
(Edición Especial Yoséquemelohacenapropósitobasta!)









jueves, 16 de abril de 2009

Anoche voy al concierto de Aerosmith y a la entrada me encuentro con este tipo de Montevideo con el que hice negocios hace mucho tiempo. Me dice que lo conoce a Steven Tyler, que después del show se van a comer juntos y que si quiero ir me invita. Yo estoy con unos amigos, pero tampoco son tan amigos así que le digo que sí.

Tyler anuncia que el último tema es instrumental, saluda a la gente y se va. El tipo de Montevideo se levanta y me hace una seña para que lo acompañe. Aparecemos en el backstage y ahí está Steven, todo sudado. Cambia un par de palabras con el tipo de Montevideo, me pone un brazo húmedo en el hombro y me pregunta cómo estuvo el show. Very good man. Afuera se escucha el solo de guitarra. Parece Slash pero es Joe Perry.

Vamos a un restaurant cerca del teatro. Un bodegón inmundo, la verdad. El tipo le dice a Steven que le va a hacer probar el mejor asado uruguayo hecho con la mejor carne uruguaya. Yo me río y le digo que me avise cuando vaya a Uruguay que le hago probar el mejor asado argentino de la mejor carne argentina. Ahí me doy cuenta que Steven se está embolando, pero justo me acuerdo que dejé la mochila en la butaca del teatro. Por un momento pienso que mis amigos me la van a guardar, pero tampoco son tan amigos así que digo que me banquen que en un toque estoy de vuelta.

En el teatro el portero me lleva por las escaleras, los ascensores todavía están bajando gente que sale del show. Hay varios integrantes de la filarmónica esperando en el foyer, recalientes porque los de limpieza tardan mucho en poner todo en orden para el próximo ensayo. Al final del corredor el portero levanta la cortina y señala para adentro. La sala está completamente vacía, iluminada, silenciosa, limpia. Camino un par de filas y ahí la veo, inmóvil, negra con destellos azules, reclinada sobre la tibia pana roja de la butaca, lustrosa como el día que la elegí.

lunes, 13 de abril de 2009

Estaba con la gente del consorcio mirando una opera por la tele en la pantalla gigante que había puesto uno de los propietarios. Yo la conocía a la opera, estaba en un disco que siempre ponía mi madre allá en Paysandú. Medio la cantaba por lo bajo, vea. Cuestión que en un momento me emocioné mucho, me saltaron las lágrimas por los ojos y me paré. Al rato me doy cuenta que uno de los propietarios me gritaba para que me sentara de nuevo. ¡Qué ordinario! Ahí nomás me dí vuelta y le grité

-¿Qué, porque soy portero no me puedo emocionar con una opera?

Pero me quedé mal y al día siguiente bajé a pedirle disculpas. Después de un rato de tocarle el timbre salió la vecina del departamento de enfrente y me dijo

-Pare de tocar que no hay nadie, Ernesto. ¿No se enteró? El señor se mató anoche. Parece que se colgó del coso de la ducha.

sábado, 11 de abril de 2009

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miércoles, 8 de abril de 2009

Toc toc toc. Hola, ¿estoy acá?

domingo, 5 de abril de 2009

Mi barrio (XIX)

sábado, 28 de marzo de 2009

No sé qué es más inquietante: si los carboneros cosmopolitas unidos o S. M. y P. G.


La tortilla que devora un verdadero carbonero cosmopolita unido.


La calle de la piratería (sólo para geeks).



Primero fueron las empanadas bailarinas, pero no nos importó. Ahora es demasiado tarde.


El punto de encuentro de la alegre juventud de La Paloma (Banda Oriental).


Viamonte entre Ecuador y Boulogne-sur-mer.

sábado, 21 de marzo de 2009

Es loco cómo algunas cosas que antes te interesaban mucho pasan a chuparte un soberano huevo y otras que ni existían son lo más importante ahora y pueden dejarte los soberanos en la garganta. Nada en particular. Digo nomás.

viernes, 13 de marzo de 2009

Actitud Gastón Gaudio busca un/a baterista

¡Esta es tu oportunidad de ser un Gaudio!


Requisitos:

* mínima experiencia en el instrumento
* muchas ganas
* mucha actitud
* mucho Gaudio

contactarse con Cuti (cutipaste@gmail.com)

¡Prendan el audio, Actitud Gastón Gaudio!

Se invita cordialmente a todos los blogueros amigos de la casa a reproducir este aviso en sus respectivos blobs y difundir la noticia urbi et orbi. Muchas gracias.

jueves, 5 de marzo de 2009

¡Maravillosos Días! Soy Geraldo G. Geraldo (O.B.E.). Todos Ustedes Conocen Mi Trabajo Como Productor Ejecutivo En Filmes Tales Como “AAA”, “BBB”, “CCC”, “DDD”, “EEE”, “FFF”, “HHH”, “III”, “JJJ”, “***” Y Tantos Otros Inolvidables Éxitos De Crítica Y Taquilla. Pero Hoy, En Una Copernicana Inversión De Ciento Ochenta Grados, Estas Cámaras Devienen En Inobjetables Testigos Del Placer Que Me Proporciona Brindarles Importantes Novedades Sobre Nuestros Proyectos Para La Amada Pantalla De Plata. En Efecto, Como Responsable Máximo De La Saga "Las Increíbles Aventuras De Arturo Y Dionisio Y El Gordo Mandarina" Tengo El Agrado De Anunciar La Incorporación Del Gordo Mandarina Al Team De Producción, Estimándose Que Su Grand Début En La Actuación Se Producirá En El Episodio Cuatro. La Tríada Protagónica Estará Integrada Entonces Por Los Irremplazables Arturo Y Dionisio Y Se Completará Con La Starlette La Gorda Pochoclo, Arrasadora Performer Que, A No Dudarlo; Hará Las Delicias De Todo Público. Se Ha Acordado Asimismo La Incorporación De Ascendentes Promesas Del Nuevo Cine De Super Acción, Una Refrescante Brisa Para La Serie En Particular Y El Género En General: Hugo Néstor, Polo, Quellama, Rebet, Pol Y Ringo, Entre Muchos Otros. ¡Maravillosos Días Les Desea Geraldo G. Geraldo (O.B.E.)! ¡Que Disfruten De Nuestras Obras!

lunes, 2 de marzo de 2009

¿Yo soy el único que ve estas cosas?

También están las Papitas Malala. Creepy.


Después se preguntan por qué tantos casos de gatillo fácil.


En Uruguay te venden estas cosas, ¿ta?


Con decir "Made in Japan" era suficiente.


Sólo se consiguen en el Abasto. La prueba de que Gardel no es uruguayo.

martes, 24 de febrero de 2009

Cosas que pueden resumirse en "¿qué puedo hacer para mejorar el mundo en el que va a crecer?"

martes, 17 de febrero de 2009

Si quisiera cambiar de rubro, mi nuevo lugar se vería como éste. Nada muy original, por cierto.


(Y sí, me gustaría.)

sábado, 7 de febrero de 2009


Esta foto la sacó Ezpeleta. Estábamos sentados junto a una ventana del Café Bacacay, frente al Teatro Solís de Montevideo. Fuimos a ese café -y a un par de lugares más- por expresa recomendación de Nequi (¡gracias Nequi!). Quizás más adelante -cuando esté revelada y si salió bien- ponemos la foto de Ezpeleta en ese mismo instante.

Nos gustó mucho Montevideo. Nos gustó mucho. Y también nos hizo pensar. Mucho.

domingo, 25 de enero de 2009

miércoles, 21 de enero de 2009

Yo digo que tener un hijo te debe cambiar la cabeza, totalmente y para siempre. Digo, qué sé yo. Si bien me voy haciendo una idea, saber, lo que se llama saber, todavía no, che. Tampoco sé si el cambio es bueno o malo; o, mejor dicho, cuán diferente -ni mejor ni peor- es tu nueva cabeza respecto de la anterior. Pero que te cambia, te cambia. Y si no te cambia es que estás un poquito enfermito. Pero no sé, no sé, no sé; tal vez en realidad no pase nada, no cambie gran cosa. Preguntame en un tiempito y te digo bien.

sábado, 17 de enero de 2009

viernes, 9 de enero de 2009

Mi barrio (XVIII)